Segundo Encuentro: "Ciencia y Fe"
- eticologo
- 8 nov
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 nov

En la ciudad de Algarrobo, el pasado miércoles 05 de noviembre (2025) se realizó el segundo encuentro “Ciencia y Fe”; que tiene por objetivo resaltar el “Cuidado de la Casa Común”, impulsado desde las orientaciones de la encíclica del fallecido Papa Francisco (Laudato Sí); intentando promover el diálogo entre las preocupaciones de la ciencia y la sensibilidad de la espiritualidad.
Dicha actividad reúne a los colegios de la Fundación de Oficio Diocesano de Educación Católica (región de Valparaíso), con más de una decena de establecimientos, cuyas delegaciones superaron la centena de participantes.
El encuentro de dichos establecimientos educativos, presenció la charla la científica chilena, Apolinaria García, quien presentó su trabajo investigativo en torno al probiótico contra el cáncer gástrico, un descubrimiento de su autoría y que hoy es un aporte científico de nivel mundial, resaltando el valor de la ciencia y su preocupación por el “buen vivir”. En el mismo contexto, varias delegaciones estudiantiles presentaron sus proyectos científico ambientales, bajo la pregunta ¿cómo aportar a la descontaminación del mundo?
En éste contexto, las delegaciones dirigieron su rumbo a la playa y parque “El Canelo” en Algarrobo. Allí se aglomeraron en un punto del parque, para vivir una rogativa mapuche, dirigida por representantes de la Agrupación Antumapu, Kimelfe Juan Cona, su hija Antia Cona Catrileo y el jóven Benjamín Ortega; y que pude acompañar junto a la concurrencia, para experimentar dicha ancestral tradición denominada “llellipun”; conectando a la persona con una espiritualidad que se vincula de manera ecológica con el entorno.
El Llellipun es una ceremonia espiritual profundamente significativa en la cultura mapuche. Más que una simple plegaria, es un acto colectivo de conexión con la Ñuke Mapu (Madre Tierra), los ngen (espíritus protectores del territorio) En esta ceremonia, la comunidad se reúne para pedir, agradecer y renovar su compromiso con la vida en equilibrio.
Durante el Llellipun, el uso del mapudungun cobra especial relevancia: no sólo da vida a la ceremonia, sino que preserva una lengua que resguarda la sabiduría de éste pueblo originario. Las palabras se entrelazan con gestos, cantos y silencios cargados de intención, en un acto colectivo de memoria y resistencia.
Pero esta ceremonia, no se limita al ámbito espiritual; también es un acto pedagógico profundo. En ella, se conoce la cosmovisión mapuche, los valores del kellu (ayuda mutua), la reciprocidad y el respeto por la naturaleza como ser vivo. Es, además, una forma de resignificar los espacios educativos, integrando saberes que históricamente han sido invisibilizados.






















Comentarios